Unidad de adolescencia
La adolescencia comporta una serie de cambios físicos y psicológicos importantes que deben abordarse a tiempo. Pero no siempre la familia sabe cómo ayudar a esa joven a menudo desorientada ante su propio desarrollo. Confíe en los especialistas de nuestra Unidad de Adolescencia y deje que nos ocupemos de la salud de su hija.
La visita incluye información ginecológica, valoración psicológica sobre posibles conductas de riesgo, hábitos sexuales, pautas alimenticias, asesoramiento sobre anticoncepción si se desea y en caso necesario las tres dosis de la vacuna contra el cáncer de cérvix.
Información para adolescentes
¿Qué es la adolescencia?
La adolescencia es una etapa de la vida en la vas a pasar de la niñez a la edad adulta. Es un fenómeno biológico, cultural y social que no sólo se limita a cambios físicos sino que va a representar también una nueva manera de relacionarte con el mundo que te rodea.
Nuestra misión como profesionales es acompañarte en este proceso de cambios físicos y mentales que vas a vivir y establecer contigo un vínculo de confianza y confidencialidad.
¿Cómo estoy cambiando físicamente?
La primera etapa de la adolescencia se llama pubertad, cuando tu cuerpo empieza a transformarse mediante una serie de cambios físicos producidos por un aumento pronunciado en los niveles de las hormonas sexuales. Estos son algunos de los que puedes experimentar:
- Cambios en la piel: En general la piel se hace más grasa y aumenta el sudor. Esto se debe a que están creciendo las glándulas. La higiene personal durante la adolescencia es muy importante para controlar malos olores corporales. A veces pueden salir granos, sobre todo en la cara y la parte superior de la espalda.
- Apariencia de vello corporal: Aparece vello en el pubis, en las piernas y en las axilas.
- Cambios en la forma de tu cuerpo: Las caderas se ensanchan y la cintura se acentúa. La grasa empieza a acumularse en el abdomen, las piernas y las nalgas. Esto es completamente normal y hace que empieces a tener las curvas propias de una mujer.
- Aumento del pecho: Para la mayoría de chicas, la pubertad se inicia cuando los pechos empiezan a aumentar de tamaño. Primero notarás un bulto a veces algo doloroso por debajo del pezón que poco a poco empieza a crecer. Al principio es normal que un pecho crezca a un paso distinto del otro. Cuando hayan crecido a su tamaño final, lo más probable es que sean más o menos iguales.
- Cambios de tamaño en distintas partes del cuerpo: Durante la fase de la pubertad, todas las partes de tu cuerpo crecerán, pero es posible que algunas lo hagan más rápido que otras. Tal vez esto te haga sentir rara y algo torpe. No te preocupes, es normal.
- Aumento del flujo vaginal y primera regla o “menarquia”: Señala el inicio de la madurez sexual, cuando los ovarios comienzan a producir óvulos maduros. Habitualmente se produce entre los 9 y los 16 años, en caso de no ser así debe consultarse con el médico. El cuerpo humano requiere de un período de adaptación y maduración para que esta transición se complete y funcione todo correctamente. Durante los primeros dos años de reglas es frecuente que nos encontremos con algunos desajustes, como que algún mes no te venga, o haya sangrados entre reglas. La mayoría de estos desajustes son normales y no deben preocuparte.
¿Cómo estoy cambiando psicológicamente?
A veces te sentirás como si hubieses perdido el control sobre tu cuerpo; esa sensación es común entre todos los adolescentes y disminuirá con el tiempo conforme tus hormonas y tu cuerpo se estabilicen.
Además de experimentar importantes cambios físicos, tus emociones también cambiarán, junto con a forma en que ves a ti misma, a tu familia y a tus amigos. Durante la pubertad empezarás a tomar tus propias decisiones y formar tus propias opiniones. En este sentido la pubertad marca un cambio importante porque supone el primer paso en el camino hacia la independencia de un adulto.
Por muy confundida que a veces te sientas, no estás sola. Ten por seguro que casi todos tus compañeros comparten las mismas inseguridades que tú, aunque no tengan todavía la confianza ni la habilidad necesaria para hablar en grupo sobre cómo se sienten. A tu edad es normal tener muchas inquietudes que a veces resulta difícil preguntar, por miedo, vergüenza o por no saber a dónde acudir. Pero también por eso estás más expuesta a situaciones de riesgo, sobre todo relacionadas con la sexualidad y el consumo de sustancias tóxicas. El papel del ginecólogo es crucial para atender dudas, educar y resolver muchas de las dudas propias de esta etapa, como por ejemplo las relacionadas con la sexualidad.
Durante la pubertad serás más consciente de tu desarrollo sexual y de ciertas presiones mediáticas y tabúes sociales. Es muy importante que antes de tomar cualquier decisión en relación con la actividad sexual estés informada de todas las posibles repercusiones. Se trata de una decisión muy personal pero también fundamental porque puede tener implicaciones durante todo el resto de tu vida, así que ten mucho cuidado y, sobre todo, respeto hacía ti misma y hacia tu pareja en caso de que ya la tengas. Tu capacidad de disfrutar dependerá de la madurez con la que afrontes tu relación. Si tienes dudas en este sentido, probablemente el mejor consejo es no precipitarte. Y nunca tengas relaciones porque te sientas obligada o presionada por tu pareja o por tus amigos. Tienes toda la vida por delante, no tengas prisa.
¿Cuándo debo consultar con un ginecólogo?
La Ginecología es una rama de la Medicina en la que es muy importante la prevención. No hace falta estar enfermo o tener un problema para ir al ginecólogo.
Es importante que antes de tener relaciones sexuales te conozcas, aprendas a cuidarte, a respetarte, a evitar el contagio de enfermedades y embarazos no deseados. A veces esto se puede lograr desde el entorno familiar, pero nuestra función como ginecólogos es ofrecerte ayuda también en estas cuestiones.
Además, la consulta con un especialista se hace necesaria en caso de:
Amenorrea: es un trastorno menstrual en el que falta la regla después de reglas anteriores normales o en chicas de más de 16 años a las que nunca le vino la regla. Es importante estudiarlo porque a veces puede deberse a trastornos hormonales, alteraciones en el útero o los ovarios o embarazo.
Otros trastornos menstruales: son muy frecuentes, sobre todo hasta que se regula el ciclo pasados unos 2 años. Suelen manifestarse como reglas muy abundantes con adelantos o retrasos.
Dismenorrea: es el dolor que aparece los días que dura la regla. Suele ser de intensidad moderada y controlarse bien con analgésicos. Si es muy intenso es necesario investigar la causa que lo está provocando.
Por último, es importante que las chicas que mantienen relaciones sexuales acudan anualmente para realizar una revisión ginecológica.
¿Podré hablar de lo que quiera con mi ginecólogo?
La relación entre el ginecólogo y la adolescente es de vital importancia. Por eso la consulta siempre es de carácter privado y confidencial, para que te sientas cómoda y nos plantees tus inquietudes. En ella analizaremos varios aspectos de la vida y no solo lo relacionado con tu aparato reproductivo, ya que un simple desarreglo en el ciclo puede ser debido a alguna preocupación o factor estresante como un problema de estudios, por ejemplo.
Comprobarás cómo una entrevista que creías que se iba a basar en aspectos estrictamente médicos te puede llevar a una auténtica necesidad de sincerarte y a que tu médico te proporcione información que desconocías.
Recuerda que de esta etapa crucial de tu vida pueden surgir muchas actitudes posteriores, por lo que es fundamental que cuentes con el consejo de un profesional para ayudarte a adquirir los mejores hábitos de vida.
Apoyo psicológico y psiquiátrico
Es el periodo de transición psicológica y social entre la niñez y la edad adulta.
La adolescencia abarca un periodo más amplio en el proceso de desarrollo, desde los 10 a los 19 años aproximadamente y se refiere no sólo a los cambios físicos, sino también psicológicos y socioculturales.
Dado que es una etapa en donde cohabitan una serie de cambios físicos, emocionales, sociales y en la que se forja la identidad personal y social, la falta de recursos propia de un adolescente y la interpretación personal y muchas veces sesgada y magnificada de los retos no conseguidos o de las dificultades a afrontar, puede desencadenar en varios tipos de trastornos: de la conducta, de ansiedad, de depresión, de la conducta alimentaria, de eliminación, del sueño, de la actividad y de la atención, así como estrés y, fobias, básicamente.
Cada uno de los casos deberá ser tratado de manera personalizada y a la vez atendiendo en general a la aceptación de la nueva imagen corporal, a ayudar a definir la propia identidad, fomentar la seguridad y la autoestima, así como la asertividad y el poder tomar decisiones según las propias creencias, habilidades sociales y adquisición de estrategias de actuación social, intervención e intercambio de impresiones con los padres y maestros.
También es adecuado fomentar buenos hábitos en cuanto a alimentación, higiene, sueño, estudios, y ofrecer un espacio de expresión de los sentimientos, inquietudes, emociones y preocupaciones.
También será importante reforzar positivamente determinados cambios y conductas.
Para ello, contamos con la colaboración del Centro ITAE, en donde les ofrecemos un servicio de psicología destinado a tratar los problemas derivados de esta etapa a la vez que daremos pautas para que los padres mantengan una actitud positiva y constructiva hacia sus hijos.