Las células del cordón umbilical
Para obtenerlas se extrae la sangre del cordón umbilical poco después del parto. Una vez ha salido el recién nacido se corta el cordón umbilical y antes de la salida de la placenta se recoge la sangre sobrante en unas bolsas especiales. Posteriormente se remite a un laboratorio especializado y se procede a su congelación. En esta sangre fetal se encuentran estas células madres hematológicas que se pueden conservar con seguridad durante décadas. En la actualidad existen tres campos para su aplicación: la medicina regenerativa, el tratamiento de enfermedades autoinmunes y la terapia contra el cáncer. En el 50 % de los transplantes de médula ósea que se realizan en nuestro país las células proceden de bancos de sangre de cordón.
El actual marco legal español no contempla la posibilidad de que estas células se guarden para uso propio. Los bancos de sangre de cordón son de utilidad pública y las muestras allí guardadas están a disposición de cualquier enfermo que lo precise.
No obstante, varios laboratorios en Barcelona ofrecen la custodia de estas células en otros países de Europa. En ese caso la sangre aquí recogida se manda al extranjero donde es congelada y almacenada, con unos costes económicos para su procesamiento y almacenaje que tienen que ser abonados por los padres.
Para más información puede dirigirse a su médico y consultar las webs