La disfunción eréctil
¿Es lo mismo disfunción eréctil que impotencia?
Sí, es lo mismo, pero los profesionales de la salud prefieren el término Disfunción Eréctil porque define de una forma más clara la naturaleza de la alteración que el término impotencia empleado anteriormente, debido a que este último puede ser entendido como debilidad o puede tener una connotación más negativa para mucha gente.
¿Qué es la disfunción eréctil?
La Disfunción Eréctil es la incapacidad persistente de lograr o mantener una erección suficiente para permitir una relación sexual satisfactoria. Al hablar de Disfunción Eréctil no nos referimos a la falta de apetito sexual, ni a la falta de placer u orgasmo en la relación. Tampoco son sinónimos de Disfunción Eréctil la eyaculación demasiado rápida o retardada, ni curvaturas en el pene cuando está en erección. Se trata únicamente de un trastorno exclusivo de la rigidez del pene. La Disfunción Eréctil no se debe en ningún caso al exceso de actividad sexual o a masturbación en el pasado, y no existe ninguna relación con la esterilidad.
¿Es la disfunción eréctil una enfermedad?
La Organización Mundial de la Salud (OMS) define la Disfunción Eréctil como una enfermedad de clase III, perteneciente al mismo grupo que la artritis reumatoide. Teniendo el mismo rango de severidad y discapacidad que una fractura de radio, la infertilidad, la artritis reumatoide o la angina de pecho.
¿Es una enfermedad frecuente?
La mayoría de los varones pueden padecer en alguna ocasión aislada dificultades para conseguir la erección, pero alrededor de un millón y medio de hombres en España entre 25 y 70 años presentan un trastorno permanente o crónico de la erección. Es, por lo tanto, una enfermedad muy frecuente, que afecta a más de 100 millones de hombres en todo el mundo y a más de un millón y medio en España, aunque se estima que solamente el 10% de los hombres afectados consultan alguna vez al médico acerca de su trastorno.
¿Por qué es tan bajo el porcentaje de consultas?
Se pueden encontrar diversas razones para explicarlo, como la suposición de que la Disfunción Eréctil es una consecuencia inevitable de la edad, o de que no hay tratamiento eficaz y cómodo, junto a la tendencia a no aceptarlo por la falta de masculinidad que parece implicar y la dificultad que conlleva tratar temas tan íntimos como la vida sexual con un médico.
¿La disfunción eréctil puede influir sobre la calidad de vida del paciente?
Efectivamente. La Disfunción Eréctil repercute negativamente en la calidad de vida de todos los hombres que la padecen. Un estudio ha demostrado que existe una correlación entre la prevalencia de esta enfermedad y el deterioro de diferentes parcelas de la vida personal y familiar de los hombres que la padecen. Los pacientes con Disfunción Eréctil ven minada su autoestima, les crea inseguridad, ansiedad y en muchas ocasiones son rechazados por su pareja.
¿Es posible tener disfunción eréctil con una determinada pareja y no con otras?
Sí. En ocasiones la Disfunción Eréctil se puede presentar únicamente con una determinada pareja. Es el caso de la Disfunción eréctil de tipo psicógeno y situacional. Generalmente al paciente le preocupa ‘quedar bien’ con una determinada pareja y esto genera una reacción de ansiedad ante el momento de la relación sexual. La respuesta eréctil es correcta en otras situaciones, pero no al afrontar la relación con esa pareja.
¿Cuáles son las causas de Disfunción Eréctil?
Básicamente las causas que pueden producir Disfunción Eréctil las dividimos en orgánicas y psicológicas: Dentro de las primeras las vasculares, neurológicas, endocrinológicas y por medicamentos, son las más frecuentes.
¿Qué influencia tienen los factores psicológicos?
Se estima que el 30% de las Disfunciones Eréctiles tienen un origen psicológico. Los factores psicológicos que pueden afectar a la erección son muy variados. Hay situaciones tempranas que pueden facilitar su aparición a medio o largo plazo: una educación moral o religiosa restrictiva, inadecuada información sexual, experiencias sexuales traumáticas o relaciones deterioradas entre los padres, entre otras.
Otras situaciones en cambio pueden condicionar su aparición a corto plazo: Disfunción Eréctil previa, problemas en la relación de pareja, fallos esporádicos de erección, infidelidad, depresión, ansiedad, estrés, problemas de esterilidad, el cambio en la respuesta sexual como consecuencia de la edad. Muchos de estos factores acaban convirtiéndose en mantenedores de la Disfunción Eréctil, de forma que muchas Disfunciones Eréctiles orgánicas acaban teniendo un componente psicológico con el tiempo.
¿Cómo pueden afectar las enfermedades vasculares a la erección?
Cuando las arterias que aportan la sangre al pene están enfermas, la sangre que llega al pene es insuficiente y la erección alcanza poca rigidez. En la vida cotidiana existen una serie de factores que denominamos de riesgo vascular, ya que favorecen el deterioro de las arterias.
Los más conocidos son un nivel elevado de colesterol en sangre, la diabetes, el hábito de fumar, la hipertensión arterial y los traumatismos en la región pélvica, que hacen que las arterias se vuelvan rígidas y disminuyan de calibre, convirtiéndose en arterioscleróticas.
También el envejecimiento de las personas, y por tanto de los tejidos contribuye a que las arterias pierdan elasticidad. Con menos frecuencia el fallo principal de la erección es la incapacidad para almacenar sangre en el pene, como consecuencia de un fallo de llenado crónico, que hace que el tejido del pene no se oxigene adecuadamente y acabe deteriorándose.
¿Cómo pueden las enfermedades neurológicas producir disfunción eréctil?
En ocasiones el sistema nervioso se ve afectado por alguna enfermedad neurológica o traumatismo, lo que hace que no se transmita el impulso nervioso que desencadena la erección, tales como esclerosis múltiple, traumatismo de columna vertebral o craneal, y fractura de pelvis.
Otras veces los nervios que tienen que conducir el impulso nervioso generado en el cerebro funcionan mal, como puede ocurrir en enfermedades como la diabetes o el alcoholismo, o como consecuencia de intervenciones quirúrgicas en el área pélvica debidas a cáncer de próstata, vejiga o recto.
¿Qué alteraciones hormonales pueden causar disfunción eréctil?
Aunque el papel de los andrógenos, que es como genéricamente se denomina a las hormonas sexuales masculinas, en la erección no está bien determinado, sabemos que los individuos con déficit de la función gonadal (la encargada de producir estas hormonas) suelen presentar Disfunción Eréctil.
Esta deficiencia se denomina hipogonadismo y puede tener su origen en las áreas del cerebro encargadas del control de la producción de estas hormonas (hipotálamo e hipófisis) o en el testículo, ya que es ahí donde se produce la testosterona, la hormona masculina por excelencia.
Otra hormona implicada en la producción de Disfunción Eréctil es la prolactina, una hormona producida en determinadas áreas cerebrales y cuyo exceso puede ser causa de Disfunción Eréctil. Esta producción excesiva puede deberse a múltiples causas, entre ellas los tumores que afectan a la hipófisis (área dónde se produce en condiciones normales), a insuficiencia renal o a el uso inadecuado de determinados medicamentos.
También las hormonas producidas por la glándula tiroides, tanto por exceso de producción como por defecto, pueden ser causa de Disfunción Eréctil.
¿Es verdad que la Diabetes puede ser causa de disfunción eréctil?
Sí. Entre el 30 y el 50% de los enfermos diabéticos mal controlados están afectados por problemas en la erección. El factor más importante, junto con la duración de la enfermedad, es la falta de un adecuado control, ya que en estos casos aparecen alteraciones en los vasos sanguíneos y en los nervios, que son los principales elementos directores del mecanismo de la erección.
¿Pueden producir los medicamentos disfunción eréctil?
Sí. Algunos medicamentos pueden producir Disfunción Eréctil como efecto adverso: medicamentos para el tratamiento de la hipertensión arterial, hipercolesterolemia, diabetes, depresión, úlcera de estómago, insomnio, y algunos tipos de fármacos usados para tratar el cáncer, así como el uso de drogas adictivas.
¿Existe relación entre el consumo de alcohol o de drogas y disfunción eréctil?
El consumo abusivo de alcohol provoca trastornos en los mecanismos de la erección, produciendo Disfunción Eréctil transitoria en muchos casos. Ciertas drogas pueden afectar a los mecanismos vasculares implicados en la erección. Muchas drogas afectan no solamente a la función eréctil, sino también al deseo sexual.
¿Hay asociación entre el hábito de fumar y la disfunción eréctil?
Sí. Se ha observado un aumento en el número de casos de Disfunción Eréctil en la población fumadora. La nicotina produce disminución del tamaño de los vasos sanguíneos, por eso el tabaco se considera un factor de riesgo vascular. Además actúa reforzando otras causas (hipertensión arterial, arteriosclerosis, diabetes.
Diagnóstico de la disfunción eréctil
Tengo problemas de erección, ¿qué puedo hacer?
Lo más importante es ponerse en manos de un médico que diagnostique la causa principal de lo que le pasa.
¿A qué médico debo acudir?
El especialista que realiza el diagnóstico de esta patología es el andrólogo. Él le informará y le solicitará los exámenes necesarios, para realizar un enfoque correcto del problema y le indicará el tratamiento adecuado en su caso.
¿Cómo evalúa el médico la disfunción eréctil?
Cuando acuda a la consulta, el médico seguirá un proceso de evaluación diagnóstica:
Historia clínica: el médico le realizará diversas preguntas con el objetivo de descubrir posibles factores de riesgo que podrían causar la Disfunción Eréctil o contribuir a su desarrollo.
Historia sexual: el médico le hará varias preguntas para saber desde cuándo y bajo qué circunstancias experimenta signos de Disfunción Eréctil. Esta información es esencial, por lo que debe expresarse con toda naturalidad. No debe esforzarse en utilizar palabras técnicas cuyo significado exacto pueda desconocer, por el contrario es conveniente utilizar un lenguaje sencillo. El médico lo entenderá perfectamente ya que está acostumbrado a escuchar problemas similares.
Evaluación psicosocial: para determinar posibles factores psicosociales relacionados con la Disfunción Eréctil que puedan requerir consulta o tratamiento psicológico.
Exploración física: enfocada especialmente al pene para comprobar si existen anomalías tales como nódulos o fibrosis, además de valoración general del estado de salud, la función neurológica y los caracteres sexuales secundarios.
¿Existe algún test para valorar la disfunción eréctil?
Sí. Existe un cuestionario, consensuado por la comunidad médica internacional, que está diseñado para ayudarle a identificar en que medida padece o no un problema de Disfunción Eréctil. Puede que su médico se lo entregue para ser rellenado en casa y entregado en una próxima visita, pero éste nunca debe sustituir a la entrevista personal.
¿Será necesario realizar alguna prueba diagnóstica?
En algunos casos el interrogatorio y la exploración física pueden ser suficientes para establecer un diagnóstico. Pero generalmente, es recomendable hacer unos análisis de sangre para determinar los niveles de hormonas, el colesterol, la glucosa para detectar la presencia de diabetes y comprobar el funcionamiento del hígado y riñones. Habitualmente, no suele ser necesario realizar pruebas diagnósticas más invasivas. En general los estudios a realizar no resultan dolorosos ni molestos para el paciente. Sin embargo, en algunos casos, será necesario realizar pruebas más complejas para llegar a conocer la causa de la Disfunción Eréctil.
Tratamiento de la disfunción eréctil
¿Tiene tratamiento la disfunción eréctil?
Sí. Con independencia de la causa que la provoque, la mayoría de los casos pueden ser tratados. En la actualidad disponemos de diferentes opciones de tratamiento que deben ser adaptados a cada paciente.
¿Tiene curación la disfunción eréctil?
La curación depende de la causa o causas que la provoquen. En el caso de que sea debida a causas psicológicas, como estrés o depresión, el tratamiento puede ayudarle a solucionarla. Cuando la es debida a causas neurológicas o bien a patologías tales como hipertensión o diabetes, los fármacos pueden tratarla de manera eficaz.
¿Qué tratamientos existen en la actualidad?
Dependiendo de la causa de la Disfunción Eréctil el tratamiento recomendado será psicológico, médico o quirúrgico.
En todos los casos son aplicables medidas higiénicas que pueden disminuir el riesgo de padecer una Disfunción Eréctil: abandonar hábitos nocivos como el fumar o beber alcohol en exceso, establecer dietas alimenticias para corregir alteraciones del metabolismo, o cambiar una medicación que se está tomando.
En algunas patologías estas medicaciones son imprescindibles, pero generalmente, pueden ser sustituidas por otras con menos efectos secundarios sobre la erección.
¿Cuándo es necesario el tratamiento psicológico?
Los factores psicológicos deberían abordarse en todos los pacientes afectos de Disfunción Eréctil, ya que pueden ser tanto la causa de la misma, como los responsables de su mantenimiento, aunque el problema de base sea orgánico. Pueden ser abordados por un psicólogo, un médico psiquiatra o un médico de otra especialidad con conocimiento de las pautas terapéuticas de tipo psicológico.
¿En qué consiste el tratamiento psicológico?
Básicamente se fundamenta en modificar aquellas actitudes que contribuyen a mantener la Disfunción Eréctil. Mediante la reeducación de los comportamientos sexuales del paciente y su pareja se intenta reducir el nivel de ansiedad.
El objetivo es que la erección y la penetración sean un elemento más de la relación sexual, y no el aspecto clave del éxito o fracaso en la relación sexual. En muchas ocasiones la ansiedad en la relación sexual esta causada por un problema orgánico, que tratado eficazmente hará desaparecer dicha ansiedad.
¿En qué consiste el tratamiento hormonal?
En aquellos casos en los que la causa de la Disfunción Eréctil es la disminución de los niveles de testosterona, la administración de esta hormona mediante inyección o parches hace que se restablezcan los niveles adecuados en sangre para un correcto funcionamiento sexual.
Mis niveles en sangre de testosterona son normales, ¿puedo tomar testosterona?
No. Cuando los niveles de testosterona no están disminuidos, el tratamiento con suplementos hormonales no sólo no resulta beneficioso sino que podría llegar a ser perjudicial.
¿Qué otros fármacos existen actualmente para el tratamiento de la disfunción eréctil?
El mayor conocimiento del mecanismo de la erección ha permitido la investigación y desarrollo de fármacos efectivos para el tratamiento de la Disfunción Eréctil. Actualmente existen fármacos que pueden ser administrados por vía oral, intrauretral o intracavernosa.
¿Cómo funcionan los fármacos de administración intracavernosa?
La administración de fármacos por vía intracavernosa consiste en inyectar con una aguja de pequeño calibre en la base del pene, una determinada dosis del fármaco. El fármaco activa los procesos normales que inician y mantienen una erección espontánea.
Una vez que el médico ha podido determinar en la consulta la dosis adecuada para cada paciente, puede adiestrar al paciente en la técnica de inyección para que éste pueda administrarse el fármaco en su casa.
El paciente se inyecta diez ó quince minutos antes de mantener relaciones sexuales y la dosis se ajusta para que la erección dure aproximadamente una hora.
La duración de la erección nunca debe superar las cuatro horas y, si esto llega a ocurrir, el paciente debe acudir inmediatamente al médico.
Algunos pacientes padecen dolor en el pene durante la erección y existe un pequeño riesgo de que el uso prolongado llegue a producir lesiones cicatriciales en el interior del pene.
La papaverina fue el primer fármaco que se utilizó para el tratamiento intracavernoso y se ha utilizado también combinada con fentolamina y alprostadil.
El alprostadil (Caverject®) es el único fármaco comercializado en nuestro país para administración intracavernosa, siendo el más utilizado en todo el mundo por su efectividad y seguridad.
¿En qué consiste la terapia transuretral?
El sistema MUSE® (Medicated Urethral System for Erection) ha sido diseñado para la aplicación local de alprostadil al pene a través de la uretra.
Este tratamiento consiste en insertar un pequeño cilindro de plástico en la uretra (conducto urinario), a través del cual se administra la medicación.
Es importante orinar previamente antes de la introducción del cilindro, ya que la orina actúa como lubricante y facilita la absorción del medicamento para producir una erección.
La erección tarda entre diez y quince minutos en producirse y el fármaco es efectivo en el 43% de los pacientes. Su aplicación se ve a menudo acompañada de escozor en la uretra.
También se han registrado pequeñas hemorragias en el conducto urinario en el 5% de los hombres. Se recomienda el uso de preservativos cuando la mujer esté embarazada o exista la posibilidad de que se produzca el embarazo.
¿Existe algún tratamiento por vía oral?
En los últimos años se han desarrollado diversos fármacos de administración oral.
El primero de ellos fue el Sildenafilo (Viagra®), que pertenece a un grupo de fármacos denominados inhibidores de la fosfodiesterasa tipo 5. Posteriormente y también pertenecientes a este grupo de fármacos han aparecido el Tadalafil (Cialis®) y el Vardenafilo (Levitra®).
Estos fármacos actúan a nivel periférico favoreciendo la acumulación de una sustancia que produce la relajación de las fibras musculares y las arterias que llevan la sangre al pene.
El resultado es un aumento en la entrada de la sangre, lo que mejora y mantiene la erección.
El inicio del efecto oscila, dependiendo del fármaco, entre los 20 y 60 minutos. Así como la duración del efecto que puede ser, también dependiendo del fármaco, de entre 4 y 24 horas. Estos fármacos están contraindicados especialmente en pacientes cardíacos que toman tratamiento con nitritos o nitratos. Otro fármaco es la Apomorfina (Uprima®).
La Apomorfina se administra por vía sublingual, 20 minutos antes de la relación sexual. La sustancia actúa a nivel del sistema nervioso central. Una posible ventaja es que puede tomarse con seguridad por aquellos pacientes con angina de pecho estable que están a tratamiento con nitratos.
Todos estos fármacos pueden presentar efectos secundarios y tienen contraindicaciones, por lo que deben ser prescritos por el médico. En caso de que usted sea subsidiario de ser tratado con fármacos orales, su especialista le indicará el más apropiado en su caso.
¿Qué otros tratamientos existen?
Los aparatos de succión o vacío son otra alternativa de tratamiento. Consiste en un cilindro de plástico en el que se introduce el pene y se fija al cuerpo con una sustancia lubricante para crear un espacio hermético.
Tras activar un mecanismo (manual o eléctrico) se provoca un vacío que produce un efecto de succión del pene que hace que éste se llene de sangre.
Una vez conseguida la rigidez del pene se coloca una anilla constrictora elástica en la base del pene, lo que impedirá que la sangre se escape y se quita el cilindro.
Es un método seguro siempre que la anilla no se deje en posición más de 30 minutos y garantiza la erección hasta que ésta se retire. En casos en los que no funcionan otros tratamientos y no se contempla la cirugía como solución, estos dispositivos pueden ser una buena alternativa.
¿Qué tratamientos quirúrgicos se aplican en la disfunción eréctil?
La cirugía puede ser una solución efectiva en algunos casos, pero debe ser la última opción de tratamiento, una vez hayan fracasado los tratamientos no invasivos. Básicamente podemos hablar de cirugía arterial, cirugía venosa e implante de prótesis de pene.
¿Cuándo está indicada la cirugía arterial?
Se recomienda su uso en pacientes jóvenes que han sufrido un accidente que ha afectado el suministro normal de sangre. El objetivo de la cirugía es aumentar el flujo y la presión de sangre dentro del pene. La técnica consiste en unir una arteria normal (generalmente del abdomen) a una arteria del pene y de esta forma crear un ‘by-pass’ o un camino alternativo para la entrada de sangre al pene, sorteando la obstrucción arterial.
¿Cuándo está indicada la cirugía venosa?
Este tipo de cirugía que fue muy popular en el pasado, es considerada poco efectiva en la actualidad, excepto en pacientes muy seleccionados. Consiste en ligar o extraer venas del pene de forma similar a la técnica utilizada en el tratamiento de las varices.
¿En qué consiste la prótesis de pene?
El tratamiento quirúrgico más frecuente es el implante de prótesis. En esta intervención lo que se hace es introducir en los cuerpos cavernosos del pene dos cilindros de material sintético que proporcionarán la rigidez al pene.
Existen varios tipos de prótesis, pero las que proporcionan una erección más parecida a la fisiológica son las denominadas hidráulicas, que tienen un mecanismo para inflarlas y desinflarlas, y que proporcionan un estado de flaccidez y de erección bastante natural.
Aunque los implantes conllevan el riesgo de infección (especialmente en pacientes diabéticos o en pacientes con bajas defensas) los fallos mecánicos son mínimos y las complicaciones cada vez menos frecuentes.