Este revelador descubrimiento ha demostrado que los embriones que han reabsorbido células y después se siguen dividiendo hasta blastocisto tienen la misma tasa de implantación, de embarazo evolutivo y de niño nacido sano
Existen embriones que, de repente, el segundo o tercer día hacen desaparecer a una de sus células. Por ejemplo, pasan de tener cuatro a tres y luego siguen dividiéndose, como si no hubiera pasado nada. Hasta ahora, este hecho se consideraba anómalo. Un estudio de Institut Marquès, centro de referencia internacional en reproducción asistida, demuestra que, de esta forma, la naturaleza consigue autorrepararse.
Este revelador descubrimiento ha demostrado que los embriones que han reabsorbido células y después se siguen dividiendo hasta blastocisto (la etapa temprana del desarrollo embrionario, que aparece entre el 5º y el 6º día después de la fecundación) tienen la misma tasa de implantación, de embarazo evolutivo y de niño nacido sano.
El estudio, presentado en el 35º Congreso de la European Society of Human Reproduction and Embryology (ESHRE), que tuvo lugar del 23 al 26 de junio en Viena, ha sido posible gracias a Embryoscope, incubadoras de embriones que llevan incorporada una cámara de vídeo que filma su desarrollo. En los tratamientos de Fecundación In Vitro (FIV) los embriones se clasifican siguiendo unas pautas basadas en su aspecto y en su forma de desarrollarse. De este modo, se transfieren a la paciente los que se consideran con mejor pronóstico para implantarse y seguir evolucionando.
Una muestra de 23.340
Con las normas establecidas actualmente, se considera que los embriones que no siguen las pautas marcadas tienen menos posibilidades de desarrollarse. En este sentido, Institut Marquès está reevaluando dichas pautas. Así ha demostrado que muchos criterios estándar son erróneos.
En el estudio retrospectivo se analizó el desarrollo de 23.340 embriones, desde la fecundación hasta el estadio de blastocisto. En 303 de ellos se observa la presencia de absorción completa de una de sus células. Éstos presentaron una leve disminución de la proporción que llega a blastocisto, pero se mantiene la de nacidos. Este hecho hace pensar que en esta absorción estaría implicada la detección precoz de errores por parte de las células. Los embriones que son capaces de superar esta reparación presentan el mismo potencial reproductivo.